lunes, 7 de septiembre de 2015

Psicoanálisis y amor

"...El amor podría también ser pensado desde el psicoanálisis como un “amarse o completarse en el otro”, en el punto en el que guiado por la lógica del deseo, se ama al otro porque es el otro quien me llena, es decir quien me completa, y por lo tanto no solo lo deseo, sino que deseo que me desee, poniendo al amor propiamente dicho nuevamente en una situación ficticia y artificial. 
Este mecanismo puede ser pensado tanto desde Freud, como desde Lacan, en lo que refiere a las capacidades proyectivas o metafóricas de los de la elección objetal. 
Freud se interesa particularmente en la capacidad proyectiva y de la propia fantasía de los sujetos diciendo que todas aquellas mociones de satisfacción y amor de un mundo que se cree externo parte de una mocion de deseo de carácter primario, premisa de la cual se vale el mismo para analizar al amor y sus objetos. Y es en el campo de la proyección donde Freud comienza a estudiar al amor, lo hace en situación de transferencia en la medida que observa como el sujeto entabla su relación con el analista y manifiesta su propia proyección fantasmatica en el mismo. Acerca del amor de transferencia dice: “El amor de transferencia presenta quizá un grado menos de libertad que el amor corriente, llamado normal; delata más claramente su dependencia del modelo infantil y se muestra menos dúctil y menos suceptible de modificación…”(Freud, 1915) y continua: “De todos modos, aparece caracterizado por algunos rasgos que le aseguran una posición especial: 1º. Es provocado por la situación analítica. 2º. Queda intensificado por la resistencia dominante en tal situación; y 3º. Es menos prudente, más indiferente a sus consecuencias y más ciego en la estimación de la persona amada que otro cualquier enamoramiento normal.” (Freud, 1915). 
Sobre la linea de la transferencia el psicoanálisis de la mano de Freud y Lacan ha realizado dos descubrimientos fundamentales acerca del amor: Su carácter automatico, enfatizado por Freud a quien la clinica le demuestra que el amor esta regido por una necesiad que opera en el. Y también por Lacan, quien reconoce ciertas “condiciones” para que se de el amor, vale decir, la obediencia a las leyes, todas ellas hijas de la ley Paterna, incorporada a edad temprana por el sujeto y que va a determinar las posteriores elecciones de objeto en el plano sexual y amoroso. El segundo descubrimiento es su carácter disimetrico entre el amante y el amado: es en el primero en el que existe una falta y por ello ama, para buscar la complementariedad en el otro, el amado sobre el cual a su vez intenta perpetuar la existencia de uan falta, que le permita conservar su lugar. 

De una forma similar, este concepto de la falta puede ser pensado en Lacan desde el Capitulo 3 del Seminario 8 (1960), donde plantea al amor como una metáfora, es decir, como una sustitución que opera como estructurante de la realidad fantasmatica donde hay una relevo del amante por el amado a nivel simbólico, situación que ocurre no solo aquí, sino en todos los sentidos del mismo nivel. 
Según el autor, el amor intenta responder por el ser perdido al ingresar al lenguaje (“el ser o la vida”), aquí se presenta la fantasía de que el amor, por tanto el ser amado puede responder por este ser perdido. Es decir, el amor esta hecho de la falta, del intento de poseer (recuperar) algo que no existe y en este sentido pierde su carácter de belleza y bienestar, ya que su escencia esta fundamentada por una carencia constante. 
Existe en este sentido una proyección a nivel fantasmatico que opera en esta reducción del otro y le otorga esa sensación de placer a la relación amorosa, tanto en la relación cotidiana como en el propio acto sexual genital (coito)...." 

El amor como una ilusión desde Freud y Lacan

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