viernes, 24 de enero de 2014

Niccolo Paganini



“Obsesionado con el famoso compositor, del cual creía ser su encarnación, Klaus Kinski escribió, dirigió y protagonizó este delirio que se funde con su propia e intensa biografía. ”



Niccolò Paganini Bocciardo (Génova, 27 de 

octubre de 1782 – Niza, 27 de mayo de 1840)

fueun violinista, violista, guitarrista y

compositor italiano.  


Llamado el violinista del diablo, tuvo una vida desenfrenada y tumultuosa, su genio creativo, su magnetismo personal y su aspecto inconfundible lo hicieron un hombre fuera de su tiempo. 

Según autores practicaría diez horas diarias desde niño, considerado un prodigio. 

Su primera obra Le Streghe (Las Brujas), estrenada en La Scala de Milán en 1813, le abrió las puertas, dotado de  flexibilidad armoniosa en sus dedos según autores de la época debida al Sindrome de Marfán, fue capaz de crear e interpretar complejas digitalizaciones, engendrando innumerables sonidos para el violín. Recorrió "el mundo" con su violín. 

Su capacidad articular fue y aún es considerada "sobrenatural". Padeció una enfermedad que le dejó sin voz y, al final de sus años, solo se comunicaba por escrito.




lunes, 20 de enero de 2014

Alejandro Jodorowsky - Me gusta

Me gusta desarrollar mi conciencia, para comprender porque estoy vivo, que es mi cuerpo y que debo hacer para cooperar con los designios del universo.
No me gusta la gente que acumula datos, inútiles, y se crea conductas postizas, plagiadas de personalidades importantes.
Me gusta respetar a los otros, no por las desviaciones narcisistas de su personalidad, sino por su desarrollo interno.
No me gusta la gente cuya mente no sabe descansar en silencio, cuyo corazón critica a los otros sin cesar, cuyo sexo, vil insatisfecho, cuyo cuerpo se intoxica sin saber agradecer estar vivo. Cada segundo de vida es un regalo sublime.
Me gusta envejecer porque el tiempo disuelve lo superfluo y conserva lo esencial.
No me gusta la gente, que por amarras infantiles a mentiras, las convierte en supersticiones.
No me gusta que haya un papa que predica sin compartir su alma con una papisa.
No me gusta que la religión esté en manos de hombres que desprecian a las mujeres.
Me gusta colaborar, y no competir.
Me gusta descubrir en cada ser esa joya eterna que podríamos llamar Dios interior.
No me gusta el arte que diviniza el ombligo de quien lo practica. Me gusta el arte que sirve para sanar.
No me gustan los tontos graves.
Me gusta todo aquello que provoca la risa.
Me gusta enfrentar, voluntariamente, mi sufrimiento con el objeto de expandir mi conciencia.


lunes, 13 de enero de 2014

Carta de respuesta del Jefe Seatle 1854 a presidente de los EEUU

El año 1854, el presidente de Estados Unidos

le hizo a una tribu indígena la propuesta de

comprar gran parte de sus tierras, ofreciendo

en contrapartida, la concesión de otra

"reserva". La carta de respuesta del Jefe

Seatle, distribuida por la ONU (programa para

el medio ambiente) y más adelante publicada

íntegramente, ha sido considerado, a través

del tiempo, como uno de los más bellos y

profundos pronunciamientos hechos sobre la

defensa del medio ambiente. 

CARTA: 

¿Cómo se puede comprar o vender el cielo o el

calor de la tierra?, esta idea nos parece

extraña


Si no somos dueños de la frescura del aire y

del brillo del agua, ¿cómo es posible 

comprarlos?.

Cada pedazo de esta tierra es sagrado para mi

pueblo. Cada rama brillante de un pino, cada

puñado de arena de las playas, la penumbra de

la densa selva, cada rayo de luz y el zumbar

de los insectos son sagrados en la memoria y

vida de mi pueblo. La savia que recorre el

cuerpo de los árboles lleva con sigo la

historia del hombre piel roja.

Los muertos del hombre blanco olvidan su

tierra de origen cuando van a caminar entre

las estrellas. Nuestros muertos jamás se

olvidan de esta bella tierra, pues ella es la

madre del hombre piel roja. Somos parte de la

tierra y ella es parte de nosotros. Las

flores perfumadas son nuestras hermanas; el

ciervo, el caballo, el gran águila, son

nuestros hermanos. Los picos rocosos, los

surcos húmedos de las campiñas, el calor del

cuerpo del potro y el hombre, todo pertenecen 

a la misma familia.

Por esto, cuando el Gran Jefe Blanco en

Washington manda decir que desea comprar

nuestra tierra, pide mucho de nosotros. El

Gran Jefe Blanco dice que nos reservará un

lugar donde podamos vivir satisfechos. El

será nuestro padre y nosotros seremos sus

hijos. Por lo tanto, nosotros vamos a

considerar su oferta de comprar nuestra

tierra. Pero eso no será fácil. Esta tierra

es sagrada para nosotros. Esta agua brillante

que escurre por los riachuelos y corre por

los ríos no es apenas agua, sino la sangre de

nuestros antepasados. Si les vendemos la

tierra, ustedes deberán recordar de que ella

es sagrada, y deben enseñar a sus niños que

ella es sagrada y que cada reflejo sobre las

aguas limpias de los lagos hablan de

acontecimientos y recuerdos de la vida de mi

pueblo. El murmullo de los ríos es la voz de

mis antepasados.

Los ríos son nuestros hermanos, sacian nuestra

sed. Los ríos cargan nuestras canoas y

alimentan a nuestros niños. Si les vendemos

nuestras tierras, ustedes deben recordar y

enseñar a vuestros hijos que los ríos son

nuestros hermanos, y los suyos también. Por

lo tanto, vosotros deberéis dar a los ríos la

bondad que le dedicarían a cualquier

hermano. 

Sabemos que el hombre blanco no comprende

nuestras costumbres. Una porción de tierra,

para el tiene el mismo significado que

cualquier otra, pues es un forastero que

llega en la noche y extrae de la tierra

aquello que necesita. La tierra no es su

hermana sino su enemiga, y cuando ya la

conquistó, prosigue su camino. Deja atrás las

tumbas de sus antepasados y no se preocupa.

Roba de la tierra aquello que sería de sus

hijos y no le importa.


La sepultura de su padre y los derechos de sus

hijos son olvidados. Trata a su madre, a la

tierra, a su hermano y al cielo como cosas

que puedan ser compradas, saqueadas, vendidas

como carneros o adornos coloridos. Su apetito

devorará la tierra, dejando atrás solamente

un desierto.

Yo no entiendo, nuestras costumbres son

diferentes de las vuestras. Tal vez sea por

que el hombre piel roja es un salvaje y no

 comprenda

No hay un lugar quieto en las ciudades del

hombre blanco. Ningún lugar donde se pueda

oír el florecer de las hojas en la primavera,

o el batir las alas de un insecto. Más tal

vez sea por que soy un hombre salvaje y no

comprendo. El ruido parece solamente insultar

los oídos.

¿Que resta de la vida si un hombre no puede

oír el llorar solitario de un ave o el croar

nocturno de las ranas al rededor de un lago?.

Yo soy un hombre piel roja y no comprendo.

El indio prefiere el suave murmullo del

viento encrespando la superficie del lago, y

el propio viento, limpio por una lluvia diurna

o perfumado por los pinos.

El aire es de mucho valor para el hombre piel

roja, pues todas las cosas comparten el mismo

aire -el animal, el árbol, el hombre - todos

comparten el mismo soplo. Parece que el

hombre blanco no siente el aire que respira.

Como una persona agonizante, es insensible

al mal olor. Pero si vendemos nuestra tierra

al hombre blanco, el debe recordar que el

aire es valioso para nosotros, que el aire

comparte su espíritu con la vida que

mantiene. El viento que dio a nuestros

abuelos su primer respiro, también recibió su

último suspiro. Si les vendemos nuestra

tierra, ustedes deben mantenerla intacta y

sagrada, como un lugar donde hasta el mismo

hombre blanco pueda saborear el viento

azucarado por las flores de los prados.

Por lo tanto, vamos a meditar sobre vuestra

oferta de comprar nuestra tierra. Si

decidimos.


 
 

Michikinikwa (Pequeña Tortuga)

 "Nuestro pueblo se derrite como la nieve en

 las laderas de las colinas al calor del sol,

 mientras que los miembros de vuestro pueblo

 brotan de la tierra como los tallos de hierba

 en primavera".

(Miami 1752-1812) 





Aatsista-Mahkan (Conejo Corredor)

"Continuad contaminando y corrompiendo vuestro

 lecho y cualquier noche moriréis ahogados en

 vuestra propia suciedad. Eso sí..., 

caminaréis hacia la extinción rodeados de

 gloria y espoleados por la creencia en un

 Dios que os da poder sobre la Tierra y sobre

 los demás hombres. Cuando todos los búfalos

 se hayan ido, los caballos salvajes hayan 

sido domados, el rincón más secreto del bosque

 invadido por el ruido de la multitud, y la

 visión de las colinas esté manchada por los

 alambres parlantes, cuando desaparezca la

 espesura y el águila se extinga, habrá que

 decir adiós al caballo veloz y a la caza".

Fragmento de carta del jefe Indio Seattle 

dirigida al presidente de los E.E.U.U.

Suquamish


Tene-Angopte (Pájaro Pateador)

"Amo recorrer las praderas. Entonces me 

siento libre y soy feliz. Si tuviéramos que vivir en casas, 

palideceríamos y moriríamos".

(Kiowa 1820-1878) 



miércoles, 8 de enero de 2014

Jaime Garzón Conferencia Universidad del Valle Cali- Colombia

  

"Nadie podrá llevar por encima de su corazón a nadie, ni hacerle mal en su persona, Aunque piense y diga diferente".

(Constitución Politica de Colombia.

Art. 11.2 


INICIO


Conferencia de Jaime Garzón en la Universidad Autonoma de Ocidente
Cali, Colombia. 14 de febrero de 1997



Informe de una tripulación de la vía Acuea de visita al planeta Tierra


Por: Jaime Garzón
Extracto de la biblioteca personal del doctor Godofredo Cínico Caspa




Hemos llevado a cabo la exploración que se nos encargo, y hemos podido observar de cerca sin ser observados, gracias a nuestras supersónicas cortinas de humo, la superficie entera del planeta tierra, y los cambios que tiene lugar en ella; cambios que creemos son debidos a su mayor o menor distancia de la estrella central de la cual reciben luz y calor.

Después de observaciones repetidas y pruebas, hemos llegado a la conclusión de que si existe vida vegetal y animal en el planeta tierra, y hay en él una gran variedad de seres vivos que hemos pasado a estudiar con detalle.


La especie más influyente parece ser la de unos bípedos de piel lisa, que habitan en colonias con una rígida organización. Los dichos seres vivos habitan en hormigueros altos de forma generalmente rectangular con celdas individuales para cada subgrupo o en algunos casos para cada individuo; de estas celdas salen todos aproximadamente a la misma hora y aparecen revestidos de caparazones de diversos colores, aunque todos obedecen a un patrón general que cambia con las estaciones.

Después entran en unas capsulas de superficie metálica con cuatro ruedas y se agrupan en líneas apretadas unos detrás de otros a lo largo de canales cuidadosamente trazados y avanzan lentamente durante largo rato, en direcciones contrarias, conducta extraña cuya razón no hemos podido averiguar.
Esas maquinas producen grandes ruidos y humos que, según nuestras conjeturas basadas en la frecuencia y cantidad de esos humos parece ser la atmosfera que necesitan respirar para sobrevivir y por eso la renuevan constantemente.

Por lo que toca a los ruidos, también parecen una comunicación pre vocálica destinada a mantener el contacto con el grupo mientras cada individuo está en su propia capsula.


Al cabo de un tiempo en el mismo día se invierte el proceso y las capsulas vuelven a los hormigueros de donde habían partido; Una vez en ellos, por lo que hemos observado a través de las ventanas, se acomodan ante una pequeña pantalla que no falta en ninguna celda y en la que aparecen sombras y luces al mando de un botón, es posible que esa sea la manera que tienen de alimentarse y por eso no pueden pasársela sin ella.


Un fenómeno extraño que hemos observado es que con frecuente regularidad se reúnen grandes multitudes de bípedos en unos enormes anfiteatros escalonados desde donde observan a un reducido numero de ellos que ejecutan rápidos movimientos difíciles de explicar, en torno a un objeto generalmente esférico de mayor o menor tamaño y dan grandes muestras de excitación mientras dura el extraño rito, Quizá esto tiene alguna relación con el ciclo sexual de la especie, pero no hemos podido confirmar esta hipótesis.
Lo más inexplicable de todo lo observado es el hecho de que mientras que hemos comprobado una y otra vez en medio de nuestro mas aturdido asombro y es que los dichos bípedos se atacan unos a otros sin razón o motivo alguno, que parezca poder justificar la agresión, esto a veces entre individuos, a veces entre grupos y a veces entre clanes enteros por largos periodos, nada hay en nuestros propios conceptos que pueda explicar tan absurda conducta.

Por todos estas razones pues, hemos llegado a la conclusión definitiva de que los bípedos de piel lisa no son seres racionales, que la inteligencia aun no se ha desarrollado en el planeta tierra, que tardara aun muchas edades cosmológicas en aparecer y que, por consiguiente es inútil hablar de un contacto cultural con los seres que hoy habitan la tierra.


Nuestra Misión ha Terminado







Temores - Sylvia Plath -





Esta pared blanca sobre la que el cielo hácese a sí mismo:
infinita, verdad, intocablemente intocable.
Los ángeles se bañan en ella, y las estrellas igualmente, en indiferencia también.
Mi medio son.
El sol se disuelve contra esa pared, desangrándose de sus luces.

Gris es la pared ahora, desgarrada y sangrienta.
¿Como salir de la mente?
Los pasos a mi zaga concéntranse en un pozo.
Este mundo carece de árboles y de pájaros,
solo hay agrura en él.

La pared roja no hace más que sobresaltarse:
un puño rojo se abre y se cierra,
dos papelosas bolsas grises:
he aquí mi materia, bueno: y terror también
a que llévenme entre cruces y una lluvia de lástimas.

Irreconocibles pájaros en una pared negra:
torciendo el cuello.
¡Esos sí que no hablan de inmortalidad!
Dos frías balas muertas se nos aproximan:
con mucha prisa vienen.




Místico - Sylvia Plath -





El aire, remolino de ganchos:
preguntas sin respuesta,
relucientes, ebrias como moscas
cuyo beso punge insosteniblemente
en los úteros fétidos de aire negro bajo estivos pinares.

Recuerdo
el olor a muerto del sol contra chozas de leño,
la rigidez de velas, las largas sábanas curvas salinas.
Una vez visto Dios, ¿cuál es el remedio?
Ya aquilatado uno de pies a cabeza,
ni un dedo omitido, una vez usado,
totalmente usado en las conflagraciones solares, las manchas
que se alargan partiendo de catedrales antiguas,
¿cuál es el remedio?

¿La píldora comulgatoria,
la marcha junto al agua quieta, el recuerdo?
¿O ir recogiendo fragmentos lúcidos
de Cristo en los rostros de los roedores,
de los mansos mascaflores cuya esperanza
es tan nimia que no tiene inquietudes:
gibosa en su choza mínima, limpia,
bajo los tallos de la clemátide?
¿Es que no hay amor, sólo ternura?
¿Es que la mar recuerda

a quien la camina?
Goteras de moléculas. Las chimeneas
de la ciudad respiran, la ventana suda,
los niños saltan en sus cunas.
El sol florece, es un geranio.
El corazón no se ha parado.